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MINIM es un proyecto que nace de gestos sencillos y mínimos pero que a su vez consiguen un gran resultado.

El piso con el que nos encontramos es una vivienda con los acabados anticuados y degradados, con una distribución compartimentada que no encaja con las necesidades de nuestra clienta y que, además, empequeñece el espacio y no deja que la luz llegue a todos los espacios.

El reto está en conseguir actualizar el piso, hacerlo funcional y mejorar su estética con una actuación mínima y de bajo coste.

La primera decisión que tomamos es derribar ciertos tabiques en los puntos clave para que el espacio nos permita hacer una cocina abierta y una zona auxiliar donde se ubica la nevera, el horno/micro, despensa y la mesa del comedor.

Con este pequeño gesto abrimos el espacio y hacemos llegar la luz de punta a punta del piso.

Diseñamos la cocina blanca con un toque de madera para dar calidez al espacio. Los muebles altos terminan en estantería para hacer la transición entre cocina y salón.

Cambiamos todo el pavimento por un laminado con textura de madera, que combina con los muebles altos de la cocina; también cambiamos las puertas y pintamos las ventanas existentes de madera de color “mint” para dar un toque de color al espacio.

Por último encajamos cada pieza del baño en un espacio de dimensiones reducidas pero consiguiendo funcionalidad y estética en todo momento. Un mueble de lavabo con textura de madera para seguir con el estilo del resto del piso y un alicatado de pequeño formato en blanco que da textura e ilumina el espacio.

Un piso totalmente renovado con una actuación mínima y un gran resultado.