Slow food, slow design, slow life,… ¿que son estos conceptos que cada día nos llenan las revistas, los libros y las redes sociales?
El consumismo, la rapidez, el materialismo, el aparentar,… han llegado a su fin por un buen tiempo, es hora de centrarse en uno mismo, en la escencia de lo importante y en el bienestar.
Es momento de parar, mirar hacia dentro y disfrutar del momento. La filosofía “slow” nos anima a tomarnos las cosas con calma, a disfrutar de lo que ya tenemos y a volver a darle importancia a cada acto, momento o vivencia.

Cuando eramos pequeños, comer era todo un evento familiar los fines de semana, nos sentábamos alrededor de la mesa y compartíamos sabores, historias y sensaciones. Le dedicábamos todo el día completo a ese evento, y no nos preocupábamos de que haríamos luego o el día siguiente.

Poco a poco, todo fue cambiando, fuimos entrando al espiral de la materialidad, al espiral de hacer cosas para sentir que vivimos; hasta llegar a hacer cosas para que la gente viera como vivimos. En este momento olvidamos nuestras comidas familiares y las sustituimos por ir a pasar el día fuera, al cine o al parque de atracciones, comiendo un triste bocadillo entre pausa y pausa. Y nos volvimos adictos a la conocida comida «fast food», esa que no nos requiere ningún esfuerzo.
Mientras crecía i crecía el capitalismo Fast food, en Roma se apoderó de un local de Plaza Espana; desencadenó un fuerte movimiento social de rechazo y tres años después en Paris se firmó el manifiesto SLOW FOOD.

Se trata de un movimiento que quiere recuperar la cocina tradicional, no solo la cocina regional de cada sitio; sino también volver a cocinar con cariño y dedicación; con alimentos de la zona y convertir el simple acto de comer en un momento especial que requiere los cinco sentidos de nuestro cuerpo:
En este último sentido, es en el que nosotras diseñadoras, arquitectas, interioristas y decoradoras hemos tenido que aportar nuestra mas valiosa visión del espacio. Espacios que te hagan sentir a gusto para pasar una buena porcion de tiempo, pero que no le quiten protagonismo al resto de sentidos que van a participar. Espacios que te inviten a relajarte y a disfrutar de otro evento principal, pero que consigan atraerte para desear volver.

Éste es nuestro cometido del movimiento SLOW y vamos a trabajar para crear espacios que nos inviten a poner en pausa nuestro día a día y que nos impulsen a ser mas creativos y sociales con nuestro entorno.
Bienvenidos al SlowDesign un espacio en el que entras y, no sabes por qué, pero te quieres quedar!
[…] El movimiento SLOW ; ha venido para quedarse y para eso es importante conocer sus principios y finalidades […]