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Nos encontramos en un ático en medio del Eixample, una vivienda en chaflán.

Los acabados y el mobiliario antiguos ya no encajan con sus inquilinos.

Es por eso que nuestros clientes piden cambiar la imagen del piso y mejorar, con pequeños gestos, algunos de los espacios.

Se derriba todo el mobiliario a medida, a excepción del armario del dormitorio principal y del estudio que se mantienen, reformándolos.

Se renuevan las instalaciones y se crea una base de:

- blanco en paredes, techos y puertas

- y texturas como el parquet, que queda en diagonal en la zona del salón, enfatizando el chaflán

- o texturas de baldosas con motivos geométricos que dan un toque de color a espacios como la cocina y los baños.

La cocina se renueva aprovechando al máximo el espacio y se alicata el frontal con una elegante baldosa verde que combina con el pavimento.

Para agrandar el pasillo, se eliminan las convencionales puertas del estudio y la cocina y se crean dos grandes aperturas que rompen con el pasillo creando la sensación de espacio abierto, que respira y deja pasar la luz. La otra pared del pasillo es donde nuestros clientes cuelgan la gran cantidad de cuadros y pinturas que tienen, todo iluminado con un aplique de pared blanco que nos da luz ambiente.

Renovamos el baño principal y creamos un “aseo” relacionado con el dormitorio, con toques de colores en las baldosas y pintura así como también toques de madera en el mueble del lavabo.

Se cambian todas las carpinterías exteriores y se aprovechan las puertas interiores originales, que restauramos.

Para el invierno, se hace toda la instalación de radiadores de agua; para el verano: ventiladores de techo blancos y de líneas finas, que además de ser ecológicos, consiguen refrescar el ambiente sin resecarlo.

Con todo ello, conseguimos un cambio de imagen increíble que da respuesta a las nuevas necesidades de nuestros clientes.