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¡Proyecto de mínimos con resultados máximos!
La petición de Enric, el inquilino, era abrir una ventana en la pared que separaba la cocina del salón, del dúplex al que se acababa de mudar. Le gustaba la idea que entrara más luz a la cocina, y a nosotras también!
Al visitar el piso vimos el gran potencial que tenía; nuestra propuesta fue ir un poco más allá: abrir TODO el espacio y unir la cocina al comedor-salón y a la entrada de la vivienda.
Enric confió en nosotras y el resultado ha sido espectacular!
Todos los espacios inundados de luz y una sensación de amplitud y comodidad que hacen que la vida en este hogar sea mucho más agradable!
Apostamos por un cambio radical sin que implicara un gran coste para el cliente. El reto era conseguir unificar todos los colores y texturas diferentes que había para crear un único espacio coherente y que reflejara la personalidad de Enric.
Decidimos modificar el color de algunas zonas del mueble de la cocina: pintamos los zócalos superior e inferior de blanco y pusimos un nuevo aplacado (blanco también) para cubrir el frontal verde existente.
También tuvimos especial cuidado a la hora de elegir el color del nuevo suelo de parquet, debíamos encontrar un color neutro para que no desentonara con la madera que ya había en la casa pero sin que por ello dejara de dar calidez.
Con estos pequeños gestos conseguimos un efecto total de modernidad, funcionalidad y estética.
Añadimos una nueva barra del desayuno, que a su vez nos sirve como separador de las dos zonas. Generamos texturas con un mismo color base, el blanco. El aplacado de la cocina y el soporte de la barra: los revestimos con una cerámica que recuerda al ladrillo visto.
También generamos textura en la barra de madera natural con una veladura suave que nos unifica los colores.
Este espacio cobra vida y permite que se hagan diferentes actividades a su alrededor: desayunar leyendo un libro, un picoteo informal, una charla con amigos mientras se prepara la cena, etcétera.
Finalmente unificamos el color de las paredes de todo el piso, de blanco; y hacemos un proyecto de iluminación, en el cual añadimos puntos de luz, escondemos estos molestos cables que están a la vista, cambiamos los mecanismos y escogemos juntos las luminarias que habrá en cada estancia para que haya una coherencia en toda la casa.
Hay una gran diferencia entre el antes y el después, y la conseguimos con una actuación muy mínima, fruto de un proyecto slow, en el cual el diálogo con el cliente y el cuidar cada detalle dan este maravilloso resultado!